17 de Mayo de 2015
Nueva colección entrega hoy un clásico de la literatura de aventuras
Una de las obras principales de Julio Verne, “La vuelta al mundo en ochenta días”, llega hoy a los lectores de ABC a través de la nueva colección de libros emprendida por este diario junto con la editorial El Lector.
La segunda entrega de “Clásicos universales” corresponde a la novela del gran escritor francés en la que describe la gran hazaña de Phileas Fogg y su ayudante Passepartout (Picaporte) de recorrer todo el planeta en ochenta días.
Mediante una apuesta, Phileas Fogg pone en juego la mitad de su fortuna: debe dar la vuelta al mundo en un plazo de 80 días, ni más ni menos. Si no logra la hazaña, perderá su dinero. Pero lo que más le importa a Fogg es cumplir con su objetivo por una cuestión de honra personal.
De ahí en más, Verne maneja la dinámica de una novela que no da tregua al lector. Londres, París, Turín, Bríndisi, Suez, Bombay, Kholby, Allahabad, Calcuta, Hong Kong, Shangái, Yokohama, San Francisco, Omaha, Chicago, Nueva York, Dublín, Liverpool.
Ciudades y países son recorridos en distintos medios de locomoción de los conocidos a finales del siglo XIX, en una vorágine de tiempo y contratiempo. Este no es un viaje común, no es solo salvar distancias mediante un bien programado periplo. Se trata también de salvar peligros permanentes en territorios desconocidos llenos de códigos de conducta indescifrables para un hombre occidental en aquel tiempo.
En medio de esas aventuras, Verne nos presenta a su Phileas Fogg como un individuo típicamente inglés: calmo, calculador, inconmovible ante el riesgo, capaz de enfrentarse a todo escollo con serenidad y humor. No en balde, para la versión del filme realizado en 1956, el director Michael Anderson eligió a David Niven para el papel.
Y lo acompaña Juan Picaporte, un mayordomo algo disparatado, bien intencionado pero distraído e irreflexivo pero que también es útil para salvar ciertas situaciones que parecieran insalvables. Para la mentada película de 1956, Anderson eligió a Cantinflas para dicho papel. Y la película fue tan exitosa como el libro.
Julio Verne (1828-1905) es considerado el fundador de la moderna literatura de ciencia ficción, aunque “La vuelta al mundo en 80 días” no corresponda a ese género, precisamente.
Es autor de grandes libros, hoy considerados clásicos juveniles, como “Veinte mil leguas de viaje submarino”, “La isla misteriosa”, “Viaje a la luna”, “Cinco semanas en globo”, entre otras
Fuente: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/artes-espectaculos/nueva-coleccion-entrega-hoy-un-clasico-de-la-literatura-de-aventuras-1367243.html
Mediante una apuesta, Phileas Fogg pone en juego la mitad de su fortuna: debe dar la vuelta al mundo en un plazo de 80 días, ni más ni menos. Si no logra la hazaña, perderá su dinero. Pero lo que más le importa a Fogg es cumplir con su objetivo por una cuestión de honra personal.
De ahí en más, Verne maneja la dinámica de una novela que no da tregua al lector. Londres, París, Turín, Bríndisi, Suez, Bombay, Kholby, Allahabad, Calcuta, Hong Kong, Shangái, Yokohama, San Francisco, Omaha, Chicago, Nueva York, Dublín, Liverpool.
Ciudades y países son recorridos en distintos medios de locomoción de los conocidos a finales del siglo XIX, en una vorágine de tiempo y contratiempo. Este no es un viaje común, no es solo salvar distancias mediante un bien programado periplo. Se trata también de salvar peligros permanentes en territorios desconocidos llenos de códigos de conducta indescifrables para un hombre occidental en aquel tiempo.
En medio de esas aventuras, Verne nos presenta a su Phileas Fogg como un individuo típicamente inglés: calmo, calculador, inconmovible ante el riesgo, capaz de enfrentarse a todo escollo con serenidad y humor. No en balde, para la versión del filme realizado en 1956, el director Michael Anderson eligió a David Niven para el papel.
Y lo acompaña Juan Picaporte, un mayordomo algo disparatado, bien intencionado pero distraído e irreflexivo pero que también es útil para salvar ciertas situaciones que parecieran insalvables. Para la mentada película de 1956, Anderson eligió a Cantinflas para dicho papel. Y la película fue tan exitosa como el libro.
Julio Verne (1828-1905) es considerado el fundador de la moderna literatura de ciencia ficción, aunque “La vuelta al mundo en 80 días” no corresponda a ese género, precisamente.
Es autor de grandes libros, hoy considerados clásicos juveniles, como “Veinte mil leguas de viaje submarino”, “La isla misteriosa”, “Viaje a la luna”, “Cinco semanas en globo”, entre otras
Fuente: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/artes-espectaculos/nueva-coleccion-entrega-hoy-un-clasico-de-la-literatura-de-aventuras-1367243.html
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