Del librero de Allegra: ¿Para qué somos…?
05/07/2015 - 11:00 AM
Saltillo, Coah.- Hoy quiero contarles de un libro que nos hace pensar sobre varias cosas… ¿Para qué nos tuvieron nuestros padres? ¿Qué hacemos de utilidad? ¿Qué somos exactamente? Difíciles preguntas, ¿no? Pues veamos si esto las puede contestar, ¿eh?
‘¿Para qué Sirve un Niño?’
(Fondo de Cultura Económica)
Autor: Colas Gutman / Ilustración: Delphine Perret
¿Alguna vez se han sentido incómodos de estar de vacaciones en otro lugar? A mí a veces me pasa, quiero nada más recostarme y no moverme hasta que tenga que ir a la escuela o algo por el estilo. Pero si salimos de vacaciones es más que probable que en un punto tengamos que salir aunque sea un pequeño rato. No sé ustedes, pero eso a mí me da muchísima flojera… Bueno, si les ha pasado tal vez se identifiquen con nuestro protagonista que es un pequeño niño, Leonardo, quien vive en la ciudad y no encuentra mucho interés en visitar el campo.
A diferencia de él, sus papás parecen amar la vida tranquila y natural alejada del caos que hay en la ciudad (aunque debo admitir que yo adoro la vida campestre…
Al aire libre, con la humedad y el olor a tierra en mi cara… ¿Ustedes no? Pero no me agrada mucho tener que separarme de mis adoradas consolas o mí preciado internet).
En una de las caminatas que los tres emprenden para admirar los árboles y el silencio (aunque al protagonista no le haga demasiado gracia), Leonardo, el pequeño niño, encuentra a unos animales que le sorprenden con la pregunta: ¿para qué sirves? En esa situación yo probablemente me hubiera quedado con cara de sorpresa. Aunque es una pregunta que uno ni siquiera piensa…
¿Para qué sirvo?... Es extraño, supongo que todos los animales creen que deben de tener un uso específico para ser útiles, pero nosotros no… Somos libres de hacer lo que queramos.
Preguntas para pensar
‘¿Para qué Sirve un Niño?’
(Fondo de Cultura Económica)
Autor: Colas Gutman / Ilustración: Delphine Perret
¿Alguna vez se han sentido incómodos de estar de vacaciones en otro lugar? A mí a veces me pasa, quiero nada más recostarme y no moverme hasta que tenga que ir a la escuela o algo por el estilo. Pero si salimos de vacaciones es más que probable que en un punto tengamos que salir aunque sea un pequeño rato. No sé ustedes, pero eso a mí me da muchísima flojera… Bueno, si les ha pasado tal vez se identifiquen con nuestro protagonista que es un pequeño niño, Leonardo, quien vive en la ciudad y no encuentra mucho interés en visitar el campo.
A diferencia de él, sus papás parecen amar la vida tranquila y natural alejada del caos que hay en la ciudad (aunque debo admitir que yo adoro la vida campestre…
Al aire libre, con la humedad y el olor a tierra en mi cara… ¿Ustedes no? Pero no me agrada mucho tener que separarme de mis adoradas consolas o mí preciado internet).
En una de las caminatas que los tres emprenden para admirar los árboles y el silencio (aunque al protagonista no le haga demasiado gracia), Leonardo, el pequeño niño, encuentra a unos animales que le sorprenden con la pregunta: ¿para qué sirves? En esa situación yo probablemente me hubiera quedado con cara de sorpresa. Aunque es una pregunta que uno ni siquiera piensa…
¿Para qué sirvo?... Es extraño, supongo que todos los animales creen que deben de tener un uso específico para ser útiles, pero nosotros no… Somos libres de hacer lo que queramos.
Preguntas para pensar
Los animales comienzan a explicarle a Leo que ellos sí sirven para algo: para dar alimento, lana, etcétera (pshhh… ¡Presumidos!).
Entonces… ¿para qué sirve un niño? ¿Para qué sirve Leonardo?
Leonardo es un niño muy… ¿mimado? O más bien podría ser “urbano” porque se nota bastante que odia el campo. Él cree que es lo más aburrido del mundo, no entiende por qué a sus padres les gusta tanto caminar por senderos (según él, caminos con piedritas que se te meten en los zapatos y con espinas e insectos que pican).
No sé, tal vez sí se merecía una lección…
¿Esa pregunta no les hace pensar en mil cosas? Yo no puedo obtener una respuesta que me plazca… ¿Sirvo para estudiar? ¿Para amar?... ¿O no sirvo para nada?
Un niño no sirve para dar leche como una vaca, ni para poner huevos como una gallina, ni da lana como el borrego.
No somos prácticos… Entonces, ¿para qué sirve un niño? Si quieren tener algunas pistas para responder esta pregunta, pues lean el libro.
Entonces… ¿para qué sirve un niño? ¿Para qué sirve Leonardo?
Leonardo es un niño muy… ¿mimado? O más bien podría ser “urbano” porque se nota bastante que odia el campo. Él cree que es lo más aburrido del mundo, no entiende por qué a sus padres les gusta tanto caminar por senderos (según él, caminos con piedritas que se te meten en los zapatos y con espinas e insectos que pican).
No sé, tal vez sí se merecía una lección…
¿Esa pregunta no les hace pensar en mil cosas? Yo no puedo obtener una respuesta que me plazca… ¿Sirvo para estudiar? ¿Para amar?... ¿O no sirvo para nada?
Un niño no sirve para dar leche como una vaca, ni para poner huevos como una gallina, ni da lana como el borrego.
No somos prácticos… Entonces, ¿para qué sirve un niño? Si quieren tener algunas pistas para responder esta pregunta, pues lean el libro.
FUENTE: Márquez Estrada, Allegra (05/0/2015). Del librero de Allegra: ¿Para qué somos…? [Mensaje en un blog]. Recuperado de http://www.zocalo.com.mx/seccion/articulo/del-librero-de-allegra-para-que-somos-1436066484
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