uvejota: Blog de Bibliotecas y algo más |
Posted: 01 Mar 2017 11:57 AM PST
Fuente: Uvejota: Blog de Bibliotecas
Del lat. bibliothēca, y este del gr. βιβλιοθήκη bibliothḗkē.De acuerdo la primera acepción de la Encyclopedia of the Book (Ashall Glaister, 1996) la biblioteca es (la traducción es mía): 1. una colección de libros para préstamo, lectura o estudio y, por extensión, la sala o edificio público o privado en donde se encuentran resguardados.El Diccionario de nuevas formas de lectura y escritura (Martos Núñez et al., 2013), dice que la biblioteca es: … una entidad o institución cuya principal función es mantener y facilitar el uso de una colección ordenada y organizada de documentos para atender las necesidades de información, educación, investigación y ocio de los usuarios.Por último, el Glosario de la ALA de Bibliotecología y Ciencias de la Información (Young, 1988) nos que la biblioteca es: 1. Colección de material de información organizada para que pueda acceder a ella un grupo de usuarios. Tiene personal encargado de los servicios y programas relacionados con las necesidades de información de los lectores.A mi gusto, todas las anteriores quedan ya un poco rebasadas. Resulta curioso, sin embargo, que tengamos que retroceder en el tiempo para encontrar acepciones más amplias para la biblioteca. En Libro: una autobiografía (Agard, 2016) acabo de encontrar algunas frases que nos dan cuenta de cómo era percibida la biblioteca en la antigüedad. Definiciones que bien podrían servirnos como nombres alternativos para biblioteca, ya que muestran que va más allá de lo que nos dice la RAE, la ALA y otros, incluidos algunos bibliotecarios: Sumerios: la casa de la memoria Egipcios: el lugar sanador del alma Tibetanos: un océano de gemas Griegos: botiquín para el alma En Tz’utujil, K’ojb’aal wuuj biblioteca es lugar del libro. En Tzeltal, Snail Jun y en Tzotzil, Snail Vun, que en ambos casos puede traducirse también como “casa de libro”. Las tres anteriores son, por cierto, lenguas mayas de Guatemala, en el primer caso, y de Chiapas, para los dos últimos. El bibliotecario, por cierto, antiguamente era conocido como “guardián de las tablillas” porque las bibliotecas eran conocidas como casa de las tablillas. Ya está, les dejo la propuesta por si les interesa comenzar a llamar así a sus bibliotecas. |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario