martes, 31 de mayo de 2016

Literatura en clave canina

Cinco relatos conforman el libro ‘Día franco’, publicado este año por la UNAM

28/05/2016 Virginia Bautista


                                                                                                    




Los perros tienen una animalidad muy humana, afirma Curiel. Foto: Cortesía Isela Vera Islas


CIUDAD DE MÉXICO.
Los perros son la figura constante de los cinco relatos de Adrián Curiel Rivera (1969) reunidos en su libro más reciente, Día franco (UNAM). “Siempre he visto en ellos una animalidad muy humana, y en los humanos una tendencia a reacciones básicas que los hermanan con estos animales”.
El cuentista y novelista parte de la premisa de que tanto los humanos como los perros “son capaces de lastimar a otro de su especie hasta dejarlo sangrando en el piso y luego echarse a correr si alguien levanta la mano con una piedra, y ambos son capaces asimismo de actos de entrega, sacrificio y solidaridad admirables”.
Considera que muchas veces convertimos a los perros en depositarios de nuestros deseos, ya sean pulsiones de amor u odio. “Los domesticamos a tal punto que morirían si prescindieran de nuestra ayuda para comer o para beber, proyectamos en ellos una necesidad tremenda de gratitud y obediencia hacia nosotros mismos, los imaginamos como vengadores de nuestras frustraciones”.
Por esta razón, el también ensayista afirma en entrevista que, “en tanto personaje y símbolo literario, el perro abre perspectivas múltiples para contemplarnos a nosotros mismos”.
El doctor en Literatura Española e Hispanoamericana por la Universidad Autónoma de Madrid presenta en este volumen historias de hombres y mujeres sumidos en “la edad pantanosa de la madurez”, individuos que pretenden tomar las riendas de las circunstancias hasta que éstas los hacen sus víctimas.
“En la madurez, el futuro se ha materializado en presente, las aspiraciones y los sueños ya no quedan en lontananza, basta con cruzarse de brazos y mirarse ante un espejo. Es lo que hay, todo lo que pudo ser y no fue, y también, pese a quien le pese, lo que está siendo.
“El margen de maniobra se ha reducido notablemente, más que correr hacia el horizonte se chapotea en la ciénaga del día a día. Mucho de esto, una prisión ontológica en la que ya no quedan muchas ventanas abiertas, significa la adultez. Como materia literaria, me parece fascinante”, explica.
Quien publicó su primer título en 1999, Unos niños inundaron la casa, confiesa que Día franco es un libro que ha disfrutado mucho escribir, tras la publicación de su última novela, Blanco trópico, un proyecto de largo aliento que demandó mucho tiempo y disciplina.
“No digo que Día franco no haya exigido trabajo y transpiración, como diría Mario Vargas Llosa, pero pidió un ritmo distinto, artesanal. Pertenezco a esa casta de narradores, no sé si en vías de extinción, pero sí subsistente, para quienes el tratamiento del lenguaje sigue siendo, si no todo, casi todo en una obra literaria.
“Este volumen es, como en el caso de mis anteriores obras, la materialización de una imperiosa necesidad de escribir, de vengarme del mundo”, señala.
Respecto a los géneros que cultiva, el investigador del Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales de la UNAM, en Mérida (Yucatán) dice que le gusta más la prosa.
“Aquella que es capaz de construir mundos y realidades paralelas que revelan aspectos inesperados de nuestro paso por la Tierra y de nosotros mismos. Una prosa, la de la ficción, hermana de sangre del ensayo literario, que en muchos casos es al mismo tiempo fábula e imaginación”, asegura.
Actualmente, Adrián Curiel avanza en una investigación sobre la narrativa mexicana escrita a partir de los autores nacidos en los 60, “me refiero no sólo a la abundante e irregular producción narrativa que ha salido a la luz, sino a diversos aspectos socioliterarios relacionados con el poder cultural en México”.


FUENTE:  Bautista, V. (28 de mayo de 2016). Literatura en clave canina. Excelsior.com.mx. Recuperado de  http://www.excelsior.com.mx/expresiones/2016/05/28/1095332

No hay comentarios.:

Publicar un comentario