"Una calidad de vida sin un progreso en una mayor lucidez de la conciencia y calidez del corazón no es posible ni deseable porque el progreso tecnológico sin un paralelo desarrollo del ser interno de la persona se convierte en trampa mortal de una humanidad engolfada y encandilada por los fascinantes logros tecnológicos y científicos. Hoy tenemos pruebas palpables en nuestro mundo contemporáneo. La desintegración de las familias en los países ricos y prósperos, la delincuencia generalizada, la corrupción institucionalizada, el desenfreno de las pasiones más bajas y egoístas fomentadas por la avaricia y el dinero, la explotación de los más pobres, los niños y la mujer como objetos de utilidad y placer... las sangrantes diferencias de clases en el mismo país donde algunos muchos se revuelven y arrastran en la miseria, mientras otros derrochan y malgastan escandalosamente el dinero las más de las veces mal habido o robado del erario... Todo ello es fruto del afán por una calidad de vida sin calidad de conciencia y corazón".
Darío Lostado (del libro "Reflexiones para el hombre de la calle")
Selección de Textos : Héctor J. Borrazás
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